
Marc Whitehead & Associates recientemente representó a una mujer de 48 años de Savannah, Georgia, después de que la Compañía de Seguros de Vida Aetna le negara su reclamo por beneficios de discapacidad a largo plazo (LTD). Manejamos con éxito su apelación y obtuvimos para nuestra cliente los pagos de beneficios a los que tenía derecho.
Nuestra cliente sufría de numerosos trastornos físicos y mentales, incluyendo radiculopatía torácica lumbar, costillas fracturadas, apnea del sueño, depresión y ansiedad. Se vio obligada a manejar su dolor severo y continuo con bloqueos nerviosos, terapia física y medicamentos fuertes. Su condición la dejó incapaz de sentarse durante períodos prolongados de tiempo y le dificultó concentrarse. Las dificultades que experimentó al lidiar con los síntomas dolorosos causados por su condición a menudo la dejaron con sentimientos de depresión.
En opinión de su médico, la condición de nuestra cliente era tan grave que era incapaz, y seguiría siendo incapaz, de realizar las tareas de cualquier ocupación, incluso un trabajo sedentario.
Nuestra Cliente No Podía Trabajar en un Trabajo Sedentario
Aetna rechazó su reclamo. Su opinión, incluso después de revisar la extensa documentación médica sobre el dolor, las restricciones y limitaciones de nuestra cliente y el tratamiento continuo, fue que todavía podía trabajar en una capacidad sedentaria. Optaron por ignorar los efectos de su dolor y los efectos secundarios de su medicación.
La Administración del Seguro Social describe el trabajo sedentario como una ocupación que “implica levantar no más de 10 libras a la vez y ocasionalmente levantar o transportar artículos como archivos de expedientes, libros de contabilidad y herramientas pequeñas”. Continúan diciendo: “Aunque un trabajo sedentario se define como uno que implica sentarse, a menudo se requiere cierta cantidad de caminar y estar de pie para llevar a cabo las tareas laborales. Los trabajos son sedentarios si se requiere caminar y estar de pie ocasionalmente y se cumplen otros criterios sedentarios”.
Estas ocupaciones requieren un cierto nivel de productividad, y esto simplemente no es algo que nuestra cliente pueda hacer. La mayoría no permite a sus empleados tomar descansos laborales frecuentes e imprevistos debido a un dolor severo, como nuestra cliente a menudo se vio obligada a hacer en su trabajo anterior.
Probamos que Nuestra Cliente No Podía Trabajar
Sabíamos que Aetna no estaba justificado en rechazar las opiniones de los médicos tratantes, así como las declaraciones de nuestra cliente. En lugar de confiar en las opiniones de los médicos tratantes, la compañía de seguros de discapacidad respaldó sus propias conclusiones con una interpretación irrazonable de una Evaluación de Capacidad Funcional y una evaluación vocacional irrazonable.
Más importante aún, tuvimos que demostrar que las discapacidades de nuestra cliente le impedían realizar cualquier trabajo en absoluto. Al investigar cada documento médico, solicitar pruebas adicionales y declaraciones de médicos, y revisar cuidadosamente cada declaración hecha por la compañía de seguros de discapacidad, pudimos crear un argumento sólido en contra de su negación del reclamo de LTD de nuestra cliente.
No fue difícil reunir evidencia que respaldara el reclamo de nuestra cliente de que sus discapacidades, incluidas las múltiples fracturas de costillas del lado derecho que producían un dolor inmanejable después de solo un estrés o movimiento mínimo, la dejaron incapaz de realizar las tareas de incluso un trabajo sedentario.
En la apelación administrativa de nuestra cliente, presentamos testimonios de su médico tratante que contradecían la determinación de Aetna de que nuestra cliente podía realizar un trabajo sedentario. También pudimos proporcionar evidencia que demostró la incapacidad de nuestra cliente para realizar las tareas de cualquiera de las ocupaciones sedentarias para las que Aetna sugirió que estaba capacitada.
El Seguro Social ya ha acordado que nuestra cliente está discapacitada para cualquier ocupación en cualquier nivel y le otorgó beneficios por discapacidad antes de que se le negaran los beneficios de su seguro de discapacidad a largo plazo. Sin embargo, Aetna persistió en negar los beneficios de LTD de nuestra cliente al afirmar que ella era físicamente capaz de realizar las tareas de una ocupación sedentaria.
Aunque Aetna afirmó que no tenía la misma información médica que la Administración del Seguro Social, demostramos que eso no era cierto. La compañía de seguros de discapacidad había proporcionado representación para nuestra cliente a través de Allsup (una empresa de terceros que se especializa en ayudar a aquellos con reclamos de discapacidad del Seguro Social) y monitoreó constantemente el progreso de nuestra cliente y la concesión de beneficios por discapacidad del Seguro Social. Demostramos que Aetna podría haber tenido fácilmente acceso al archivo de SSA de nuestra cliente.
La fuerza de nuestra evidencia llevó a un especialista en apelaciones de Aetna a reconsiderar minuciosamente cada documento que presentamos. Estuvo de acuerdo en que se había cometido un error durante la primera determinación y volvió con una decisión de anular su anterior negación de LTD de Aetna y aprobar los beneficios para nuestra cliente.
Obtenga Ayuda de un Abogado de Negación de Beneficios de Aetna LTD
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