A menudo, cuando se pasa por una apelación de discapacidad del Seguro Social, habrá un experto vocacional (VE) que brinda testimonio en la audiencia. Estas personas se especializan en qué nivel de esfuerzo físico y mental se requiere para varios trabajos y pueden decir básicamente si puede continuar trabajando en función de lo que está calificado y los trabajos disponibles. Su testimonio es muy importante y puede convencer a un juez de derecho administrativo que se inclina hacia un lado u otro para otorgarle beneficios o denegar su reclamo. Sin embargo, recientemente, he leído algunos relatos preocupantes de jueces que confían en hallazgos no de testimonios de expertos vocacionales, sino de algo llamado “Formulario del Consultor Vocacional”.
Problemas con el formulario del consultor vocacional
Desafortunadamente, hay varios problemas importantes cuando se trata de este formulario, y es importante que su representante luche si el ALJ para su audiencia utiliza uno para tomar su decisión. ¿Cuáles son algunos de los problemas?
Se debe permitir el contrainterrogatorio. Muchas veces, cuando el juez simplemente usa este formulario, el consultor en cuestión no está presente y es la única prueba disponible. Los tribunales han revertido las denegaciones en situaciones como esta, incluso cuando había trabajos disponibles que el reclamante en cuestión podría haber realizado potencialmente. Se debe dar la oportunidad de contrainterrogar a consultores y expertos.
Se debe demostrar la experiencia. Cualquiera puede firmar un formulario de consultor vocacional. Un representante del reclamante que recientemente se enfrentó a una denegación de este tipo se dio cuenta durante la apelación de que la persona que escribió y firmó el formulario no era un experto ni siquiera un consultor, ¡solo era un examinador de discapacidad de DDS!
Las ocupaciones deben ser listadas. Si un experto o consultor argumenta que hay muchos trabajos que el reclamante podría hacer, deben poder detallar cuáles son esas ocupaciones. A menudo, en formularios como estos, eso no sucede.
Todas las limitaciones deben ser abordadas. Otro problema con los formularios de VC es que la persona que los completa a menudo descuida algún aspecto de la discapacidad del reclamante al hacer su argumento. Naturalmente, esto debería hacer que el argumento sea inválido.
No se aplica en casos no extertionales. Si un reclamante sufre de una discapacidad no extertional, las pautas claramente dicen que el ALJ debe obtener testimonio vocacional de un experto antes de tomar una decisión.
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