Has estado tratando de seguir las leyes de discapacidad y trabajar con tu compañía de seguros para obtener discapacidad, pero están poniendo las cosas difíciles. No es ninguna sorpresa. Después de todo, pueden “trabajar para ti”, pero en realidad su trabajo es limitar los pagos lo más posible.
Puede haber llegado al punto en que finalmente tuviste que decir que no a todos los obstáculos que te hacían saltar. Y te sentías bastante bien por tomar una postura, hasta que recibiste una carta de ellos diciendo que eras “no cumplidor” y que están rechazando tu reclamo. ¿Pueden hacer esto? Desafortunadamente, la respuesta es sí, pero hay formas de evitarlo.
Comprendiendo la falta de cumplimiento en las leyes de discapacidad
Lo primero es lo primero, necesitas entender la falta de cumplimiento. Este término significa que la compañía de seguros de discapacidad te ha pedido que hagas algo y te has negado. En general, las compañías de seguros utilizan esta ley cuando un paciente no sigue el consejo de su médico de discapacidad sobre tomar medicamentos o decide no someterse a un tratamiento recomendado. No puedes hacer esto por capricho o corres el riesgo de dañar no solo a ti mismo, sino también tus posibilidades de ganar tu reclamo.
Razones válidas para la falta de cumplimiento cubiertas
Sin embargo, hay formas de evitar ser acusado de falta de cumplimiento, o al menos formas de demostrar que tu decisión se basó en algo razonable y válido.
No tienes dinero. Está bien que tu médico te recete un medicamento costoso para tratar tu condición, pero si no estás ganando mucho dinero, ¿cómo se espera que lo pagues? La respuesta es que no puedes, y si no estás tomando tu medicamento porque no puedes pagarlo, la compañía de seguros no puede acusarte de falta de cumplimiento.
Estás preocupado por el peligro. Solo porque tu médico de discapacidad recomienda que tomes cierto medicamento o te sometas a un procedimiento determinado no significa que tu seguridad esté garantizada. Si crees que los riesgos superan las recompensas y puedes armar un argumento válido en contra, nadie puede obligarte a someterte a una cirugía o cualquier otra cosa que sea médicamente peligrosa.
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