Recientemente, ha habido varios informes en importantes publicaciones de noticias criticando el Sistema de Seguro de Discapacidad del Seguro Social. Ahora el programa de noticias 60 Minutes se ha sumado a la acción. Este importante programa de noticias pudo producir una historia sobre el programa de discapacidad del Seguro Social sin entrevistar a una sola persona discapacitada o defensor de la discapacidad. Su principal fuente fue el Senador Tom Coburn, un republicano de Oklahoma con una hostilidad documentada hacia el Seguro Social.
60 Minutes y el Senador Coburn mostraron una ignorancia absoluta sobre el programa de discapacidad: cómo funciona, quiénes son los beneficiarios, por qué ha crecido. Por qué 60 Minutes no entrevistó a varios expertos para presentar una visión experta y educada del programa es desconocido. Pero aparentemente a 60 Minutes no le importó presentar una imagen más equilibrada del programa de discapacidad.
Intentan correlacionar la tasa creciente de desempleo con la tasa creciente de reclamantes de discapacidad y llegan a la errónea conclusión de que las personas están usando el sistema SSDI en lugar de buscar trabajo. La realidad es que muchos trabajadores mayores han recibido adaptaciones especiales de sus empleadores que les permiten trabajar con sus discapacidades porque han sido empleados leales y trabajadores durante décadas. Pero cuando la economía se desacelera y estos trabajadores son despedidos, no son capaces de trabajar en un mercado laboral competitivo.
El informe de 60 Minutes hace parecer que ganar un reclamo de discapacidad es fácil. Esto está lejos de la verdad. Los estadounidenses con discapacidades ya enfrentan crecientes desafíos en sus esfuerzos por obtener beneficios por discapacidad.
- Presentar un reclamo puede resultar una burocracia abrumadora y compleja que a veces puede tomar meses e incluso años para navegar.
- Cumplir con los estándares es más difícil. Por ejemplo, el alcoholismo y el abuso de drogas están descalificados; la obesidad, el dolor y la diabetes se eliminan como criterios únicos; y los estándares para enfermedades mentales y VIH son más estrictos.
Culpar a los discapacitados por los problemas económicos de Estados Unidos es injusto. Hay tensiones en el sistema de Seguro Social que no deberían ser atribuidas a los estadounidenses discapacitados que necesitan apoyo.
- El programa SSDI proporciona ingresos a adultos no ancianos, la mayoría de los cuales han trabajado en el pasado y han contribuido al fondo, pero se determina que no pueden trabajar ahora debido a una condición médica que se espera dure al menos un año o que resulte en la muerte.
- Muchos factores han incrementado el número de personas que reciben beneficios SSDI: el envejecimiento de los Baby Boomers; el aumento en el número de mujeres que trabajan; y el aumento en la esperanza de vida, con más personas sobreviviendo a discapacidades que antes podrían haber sido fatales debido a avances médicos.
La gente se frustra y preocupa porque un programa gubernamental en el que la mayoría de las personas han tenido que contribuir durante décadas no podrá proporcionar cobertura si y cuando sea necesario. Además, hay costos sociales significativos cuando a los reclamantes se les niegan beneficios indebidamente. Estos costos incluyen:
- Aumento de ejecuciones hipotecarias y desalojos
- Personas sin hogar
- Disoluciones familiares
- Quiebras
- Pagos de asistencia social
- Tensiones en Medicaid y otros sistemas residuales de atención médica para indigentes debido a la atención postergada
- Sufrimiento humano cuando un reclamante no puede obtener tratamiento médico
- A veces la muerte
Historias como las de “60 Minutes” y NPR perpetúan la falsa imagen de los beneficiarios de discapacidad como pobres indignos, vagos y fraudulentos. Eso facilitará que legisladores adinerados como Coburn recorten el programa en su momento de necesidad.
No es justo intentar equilibrar nuestro presupuesto federal a costa de los discapacitados. Todos tenemos interés en que las personas merecedoras con discapacidades reciban los beneficios que necesitan y han ganado.
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